Víctor García ‘Pillo’ | @VictorG_Pillo
La incertidumbre duró el tiempo que tardaron los hispanos en meterse en el partido, en ajustar su defensa y en aparecer Pérez de Vargas. Estas circunstancias y una sucesión de exclusiones fueron suficientes para, poco a poco, ir doblegando al correoso rival.
Ni la sobresaliente actuación de Nebojosa Simic en portería, ni la aportación en ataque del fantástico lateral derecho de Hannover Branko Vujovic fueron suficientes para evitar el despegue hispano. Este estreno en el Mundial fue el primer enfrentamiento en partido oficial entre ambas selecciones, con 2 victorias hispanas en partidos amistosos.
Los balcánicos se presentaban en el torneo con la importantísima baja de su lateral derecho Stefan Cavor y con un palmarés de amistosos preparatorios de 2 derrotas (Macedonia del Norte y Catar), 1 empate (con Catar) y 1 sola victoria ante Macedonia del Norte. Montenegro es un equipo emergente que torneo a torneo va escalando posiciones en el ranking y que ahora mismo es un rival exigente. Sin ninguna duda el más duro de esta fase de grupos.
España tardo en cogerle buenas sensaciones al partido. Empezó dubitativa, algo fria y con cierta ansiedad; circunstancias todas ellas propias del primer partido de cualquier competición importante.
Ambos equipos utilizaron inicialmente sistemas defensivos en 6:0 pero con diferente ejecución. España mucho más profundo y presionante, mientras que Montenegro planteaba un 6:0 más cerrado, con ayudas y en bloque. Los hispanos empezaron el encuentro utilizando 2 cambios defensa-ataque: Guardiola- Peciña entraban en defensa por Tarrafeta- Figueras. Montenegro utilizaba en cambio un solo 1 cambio.
La pareja Guardiola-Peciña ocupo, inicialmente, la zona central con Dani Dujshebaev e Imanol Garciandía en los segundos. Realmente una poco habitual y poderosa zona central defensiva hispana.
Manteniendo la dinámica mostrada en el último TIE, Ribera cambiaba el sistema defensivo a 5:1 cuando el rival jugaba en inferioridad con Sánchez Migallón en el centro y Alex Dujshebaev y Kauldi Odriozola alternando en el puesto de avanzado.
Las buenas prestaciones defensivas facilitaron la aparición de Pérez de Vargas (12 goles encajados en la 1ª parte) que permitieron al equipo correr y jugar al ritmo de partido que le gusta. Cada recuperación defensiva era un gol en 1ª o 2ª oleada. En esta tesitura de partido pocos son los equipos que pueden superar a España.
La nota más destacada de la defensa montenegrina fue la espectacular actuación del portero del MT Melsungen Nebojsa Simic: 15 paradas (algunas de muchísimo merito) para un 36% de eficacia que permitió a su equipo mantenerse en el partido casi hasta el final.
Por lo que respecta al juego de ataque, Ribera presento de inicio una inédita 1ª línea con Dani Dujsheabaev e Imanol Garciandía en los laterales. Primordial para nuestro presente y nuestro futuro que jugadores de este perfil vayan cogiendo protagonismo. Y a pesar de que por momentos no consigan buenos porcentajes de eficacia, es importante que tanto Dani como Imanol utilicen su lanzamiento exterior para obligar a las defensas rivales a ser mucho más profundas, habilitando así espacios que faciliten nuestro ya habitual juego entrelineas, creativo, móvil y combinativo.
Nuestros extremos y pivotes siguen siendo una garantía de gol, casi siempre acaban siendo los máximos goleadores. Hoy, Kauldi 6/8; Ángel Fdez., 5/6, y Adrià Figueras, 3/3.
En cuanto a los balcánicos, los laterales Vujovic (7/9) y Bozovic (3/5) fueron, prácticamente, los únicos argumentos de peso en el ataque montenegrino; bien por su capacidad de lanzamiento exterior; o por su juego de conexión con pivotes Grbovic (3/3) y Lazovic (3/3), que constantemente ‘corrían’ la línea ocupando los espacios que generaba la profundidad de nuestra defensa sobe Vujovic y Bozovic.
En definitiva, victoria sobre el equipo más complicado del grupo que, salvo debacle, nos permite vislumbrar un futuro halagüeño al entrar en la Ronda Principal con 4 puntos.