La Liga ASOBAL de hace 10 años y la de hoy en día poco tienen que ver. Por aquel entonces los equipos españoles acumulaban títulos europeos con una frecuencia que hizo de lo extraordinario, normalidad. Las grandes estrellas se decantaban por jugar en España y, no había dudas, a nivel deportivo nuestra competición era la mejor del mundo. Teníamos una Liga ASOBAL de sobresaliente, y sacábamos notazas en todas las asignaturas, en las nacionales y en las europeas.

Ahora, la Liga BAUHAUS ASOBAL ha cambiado radicalmente. La nota media de sus equipos ha bajado drásticamente, pasando en muchos casos del sobresaliente a un aprobado raspado, incluso varios equipos se quedan sin calificación, ya no los vemos por clase, están desaparecidos. La Liga BAUHAUS ASOBAL se ha desprofesionalizado prácticamente en su totalidad y el perfil de los jugadores ha mutado. Si un jugador español destaca y quiere seguir progresando deportivamente debe salir al extranjero, irse de Erasmus.

Hace poco más de 5 años los jugadores de la Liga ASOBAL podían vivir del balonmano y, con tranquilidad, compaginar su vida deportiva con estudios que les permitieran tener una alternativa profesional tras la retirada. Ahora, esto no ocurre así. Los estudios, que estaban en un segundo plano, han pasado a ocupar un papel principal en la vida de la gran mayoría de los jugadores de balonmano. Tanto es así, que en los últimos años hemos visto decenas de casos de jugadores capacitados para jugar en la Liga BAUHAUS ASOBAL que han decidido aparcar el balonmano para exprimirse en sus estudios o para buscarse un futuro laboral más estable del que les brinda actualmente su deporte.

Muchos equipos ya adaptan sus horarios de entrenamiento en función de los horarios universitarios de sus jugadores, y el balonmano de élite ha pasado a ser una materia optativa. Lo importante, en un deporte precario, es sin duda el estudio, la búsqueda de alternativas profesionales alejadas de su deporte. Por fortuna, la gran mayoría de nuestros jugadores han sabido leer cual es la situación del balonmano actual y se han centrado, acertadamente, en ampliar sus conocimientos más allá del ámbito balonmanístico. Fruto de esta lectura atinada de la crisis del balonmano español podemos ver como el 66% de los jugadores de la Liga BAUHAUS ASOBAL han finalizado o están cursando estudios superiores. Es decir, prácticamente 7 de cada 10 jugadores de nuestra competición han sabido darse cuenta de la importancia que tiene tener estudios y no apostar únicamente por un deporte que no les solucionará la vida.

Gráfica Estudios ASOBAL

Cuando uno habla de unos deportistas se imagina que prácticamente toda su vida girará en torno a su deporte y que la gran mayoría de los jugadores que llegase a la Universidad se decantarían por Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Pero nada más lejos de la realidad, son mayoría los jugadores de la Liga BAUHAUS ASOBAL que optan por otro tipo de carreras que nada tienen que ver con el deporte. Cierto es que la carrera universitaria más estudiada en nuestra competición es C.A.F.D. (20%), pero le siguen muy de cerca otras como Administración y Dirección de Empresas (15%) o cualquier tipo de Ingeniería (16%).

Por poner una serie de ejemplos, en nuestra Liga BAUHAUS ASOBAL, tenemos médicos, abogados, ingenieros aeronáuticos, ingenieros de caminos, ingenieros químicos, arquitectos, odontólogos, economistas y hasta algún filósofo. En los últimos tiempos, nuestra competición doméstica habrá bajado la nota en lo deportivo pero intelectualmente se ha subido; ya es una liga de matrícula.

Según un estudio elaborado durante la temporada 2014/2015 solo 3 jugadores de la Primera División de Fútbol habían acabado sus estudios universitarios. Éstos eran Esteban Granero, psicólogo, y Diego Mainz y Manu Herrera, éstos últimos licenciados en Económicas. Es decir, calculando que cada plantilla podría estar formada por 22 jugadores, esos tres jugadores con estudios universitarios representarían menos del 1% de toda la Primera División (0,68%). En contraste, en la actual Liga BAUHAUS ASOBAL, hay más de medio centenar de jugadores con carrera universitaria, lo que representaría el 18% de los jugadores de nuestra liga.

El juego que siempre ha caracterizado al balonmano español siempre ha sido aquel que se basa en el rigor táctico y en la técnica. A falta de cuerpo los jugadores españoles destacaban gracias a su inteligencia, por la manera de leer el juego. Sabíamos que entre manos teníamos cerebros privilegiados. Y esto se refleja más allá de la pista, se refleja en los datos que acabamos de presentar aquí, pues no hay duda de que tenemos jugadores de sobresaliente, y aunque ya no sea la mejor liga del mundo tenemos una Liga BAUHAUS ASOBAL de matrícula de honor.

Edu Agulló | @Eduagullo

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