Victor García Pillo | @VictorG_Pillo
Antecedentes.- Paris se había ganado el derecho a jugar estos cuartos de final tras su
victoria sobre Wisla Plock en la eliminatoria previa. Dos partidos duros y exigentes que solo se decantaron para los parisinos en los minutos finales.
Barça ya clasificado directamente por su 2º puesto en la fase de grupos, llegaba con cierta ventaja al disponer de más tiempo de preparación y con 2 partidos menos de carga.
A nivel de sensaciones no eran buenas las que transmitían “los gabachos”. Venían de sufrir 2 derrotas de las que duelen a manos del Nantes, su máximo rival en competiciones nacionales. 31-23 en la final de Copa y 32-30 en el partido de la LNH Liqui Moly Starligue. Para colmo de desgracias, en la final de Copa, su mejor arma de ataque, Elohim Prandi se retiro del partido por lesión con mala pinta, poniendo en duda su participación en la eliminatoria.
Los blaugranas, por su parte, se presentaban inmaculados contando sus partidos por victorias en la
Liga ASOBAL y sin contratiempos graves a nivel de lesiones.
El partido, tuvo dos partes claramente diferenciadas y diametralmente opuestas.
Ambos contendientes se marcaron un Dr. Jekyll y Mister Hyde que, a la postre, pondría al Barça con pie y medio en Colonia y un año mas hundiría en “el infierno” de la eliminación al PSG.
Creo que a la vista del cariz que iba tomando el partido en sus primeros minutos, nadie podría esperar al desenlace final: un éxtasis de juego y resultado blaugrana que deja casi sentenciada la eliminatoria.
A pesar de que salió en el 7 inicial, finalmente Prandi no pudo participar en el partido más allá de ese primer minuto. Prandi es, en mi opinión, el jugador más determinante de los parisinos, su ausencia redujo notablemente los argumentos ofensivos y en definitiva las posibilidades de victoria local.
Simplificando un poco, creo que tres son los principales argumentos del juego de ataque de PSG: La capacidad de penetración y lanzamiento exterior de Prandi; la velocidad en las transiciones y la explosividad en ataque posicional del fantástico jugador Luc Steins; y la capacidad de su primera línea (en especial Steins) para abastecer de balones al pivote polaco Kamil Syprzak. La ausencia de Prandi redujo notablemente los argumentos ofensivo, el potencial y en definitiva las posibilidades de victoria local.
De inicio el partido se desarrollo con un ritmo frenético, casi descontrolado. Ambos equipos se encuentran cómodos en el juego rápido, pero en esta ocasión salieron más beneficiados los locales por la habilidad del “spidico” Luc Steins para encontrar soluciones en cada una de las transiciones de su equipo que, básicamente tenían su origen en la errática finalización de los ataques del Barça que estrellaban sus lanzamientos una y otra vez sobre el cuerpo de un acertadísimo Palicka: acabo el 1º tiempo con 8/18 para un 42%.
Defensivamente ambos equipos jugaron con 6:0 de similar ejecución y un solo cambio ataque-defensa: Petrus entraba por Richardson y Luka Karabatic por Syprzak. El Barça planteando su ya habitual disposición de Petrus y Carlsbogad en la zona central con Mem y Frade en los segundos; y Raúl González, por su parte, ubicando a Peleka en la zona central defensiva acompañando de Luca Karabatic. Bien es cierto que durante varias fases del partido Peleka (y después Ntanzi) seguían en defensa flotante, casi individual, sobre Dika Mem (prácticamente el único recurso ofensivo del Barça en ese primer tiempo).
Con estas premisas iniciales, solo la decisiva actuación de Palicka desequilibró el marcador con 14-11 al descanso. Los 3 o 4 primeros minutos del segundo tiempo siguieron por esos mismos derroteros. Transcurrido esos minutos iniciales, de forma abrupta u repentina, el partido experimentó un vuelco brutal, que tuvo su origen en un excelente trabajo defensivo a nivel de anticipación y recuperación de balones del 6:0 catalán, junto a una inconmensurable actuación de Gonzalo P. de Vargas, que posibilitaba la finalización en claras situaciones de contraataque, ahora sí con acierto y eficacia.
En ataque posicional se jugaba con criterio y continuidad abriendo líneas de pase para conexión con Frade que, ahora sí, goleaba la portería de Palicka. No se hizo esperar el consiguiente tiempo muerto de Raúl Gonzaález, tratando de parar la hemorragia y cambiar los derroteros por los que discurría el partido. Tratando de sacar al Barça de la zona de confort en la que se estaba moviendo, planteó vaciar portería jugando ataque de 7×6. No surtio el efecto deseado, más bien al contrario. La sensacional defensa del Barça fue creciendo en disuasión y presión a las líneas de pase que sumió en un mar de dudas al ataque francés que, finalmente, se concretaban en sucesivas pérdidas de balón y consiguientes goles a portería vacía. En tan solo 10 minutos el marcador reflejaba un 18-24 impensable en el descanso. Parcial de 4-13 que sentenció el partido y puso a tiro de piedra la eliminatoria.
Como ya viene siendo habitual, sensacional partido de Dika Mem, importante también la aportación de Gonzalo P. de Vargas, una muy buena segunda parte de Luis Frade, y Peter Cikusa, volviendo a demostrar que el futuro es suyo. Plácido final de partido con 22-30 en el marcador (8-19 en 2ª parte) diferencia que se presume casi imposible de superar en el Palau.