La pasada temporada irrumpió con fuerza en la élite del balonmano europeo un joven pivote llamado Ludovic Fabregas, al que muchos señalaban desde hacía varios años como el heredero de Bertrand Gille y Cedric Sorhaindo.

Este corpulento pivote, nacido en julio de 1996, destacó en el balonmano europeo desde su adolescencia y con solo 17 años ya tenía minutos en la LNH y ya había jugado con su Montpellier una final de la EHF Cup.

Fue durante aquella temporada 2013/2014 cuando ‘Ludo’, como le conocen muchos desde hace tiempo, comenzó a gozar de la confianza de Patrice Canayer. Aquel año participó en hasta una decena de partidos con el Montpellier en lo que fue el preludio de un gran verano en el que ganó con la selección francesa el Campeonato de Europa Juvenil y fue elegido mejor pivote del torneo.

Con este bagaje cuando apenas había llegado a la mayoría de edad se presentaba una temporada en la que presumiblemente su protagonismo en el Montpellier sería mayor. Todo lo indicaba así pero finalmente su aportación a final de temporada fue mayor de lo que muchos podrían pensar. Ludovic Fabregas se convirtió en un hombre importante para Canayer en tareas defensivas, lo que le llevó a jugar más de 20 partidos durante toda la campaña. En esta temporada 2014/2015 llegó a disputar los octavos de final de la EHF Champions League, siendo protanonista en aquella eliminatoria ante el KS Vive Tauron Kielce. Con todo esto, Fabregas obtuvo el mayor premio que se podía imaginar, fue convocado por la mejor selección del mundo. Tras el Mundial de Qatar, con la clasificación para el Europeo en el bolsillo y con alguna que otra baja, Claude Onesta decidió llamar a Ludovic Fabregas para enfrentarse a la República Checa y a Suiza. ‘Ludo’ cuenta con el beneplácito de Didier Dinart y eso significa mucho.

Con la camiseta de ‘Les Bleus’ Ludovic Fabregas compartió vestuario con una generación que actualmente es campeona de todo y lo hizo como uno más. En la victoria en Brno, Fabregas fue autor de dos goles y dejó claro, una vez más, que está hecho para triunfar en la selección francesa.

Cumplido el sueño de debutar con Francia, Ludovic Fabregas, de ascendencia catalana, tierra a la que guarda mucho cariño, volvió a disputar un torneo con la selección juvenil. Concretamente fue el Mundial de Rusia lo que disputó el jugador del Montpellier y allí volvió a subirse a lo más alto del podio siendo considerado el mejor pivote del campeonato.

Con todo esto en el saco de su experiencia personal comenzó para Ludovic Fabregas la temporada de su consagración. Ante la marcha de Issam Tej y la lesión con la que empezó la temporada Matej Gaber toda la responsabilidad cayó sobre ‘Ludo’, que en este inicio de temporada está demostrando que está para esto y mucho más.

A sus 19 años se ha hecho un nombre en el mundo del balonmano. Muy pronto lo ha conseguido, lo que le hace ser un jugador especial. Pero lo que realmente le hace ser especial es que no solo es un hombre destacado dentro del mundo del balonmano. Pues hace unos 4 años tuvo que elegir entre este deporte o el ‘Bike Trial’.

En 2011 Ludovic Fabregas, perteneciente a una familia con mucha tradición por el ‘Bike Trial’, se proclamó campeón del mundo en categorías base. Esto ya lo había conseguido unos años atrás su hermano Alexandre Fabregas, y quedaba claro que en esta familia tenían una habilidad especial por este deporte.

‘Ludo’ era el mejor del mundo de su generación, una promesa que apuntaba maneras de realidad. Pero para llegar a la élite debía dejar a un lado el balonmano. O viceversa si lo que quería era triunfar como jugador de balonmano.

Evidentemente ya sabemos cuál fue la decisión que tomó en aquel momento el que hoy está llamado a ser el pivote titular de la selección francesa Y lo hizo siendo muy consicente de que el ‘Bike Trial’ le ha ayudado mucho en lo que es hoy. “El trial me ha transmitido unas cualidades mentales que son muy importantes para la práctica del balonmano al más alto nivel. El rigor, la exigencia, el entrenamiento diario… Eso es algo que adquirí practicando trial”, comentaba Ludovic Fabregas en una entrevista publicada en www.trialinside.com.

Ludovic Fabregas tiene una genética ganadora, su pasado lo evidencia. Y ha sabido elegir el camino que le lleva al estrellato. Ahora habrá que ver si sigue por el sendero que le ha llevado a ser una de las grandes promesas mundiales y a enfrentarse a sus referentes del balonmano actual. “Me fijo mucho en Cédric Sorhaindo, Kamil Syprzak y Julen Aginagalde. Son mis referentes”, señalaba en una entrevista en Handroscat.

En los próximos años habrá que seguir muy de cerca a este mago del balón y de la bici y ver cómo responde ante la máxima exigencia, aunque todo indica que está en este mundo para ser un triunfador, por lo menos las ideas las tiene claras y sabe a dónde debe mirar. “Didier Dinart es mi inspiración. Un modelo.”

Edu Agulló | @Eduagullo