En los últimos años el balonmano español se ha llenado de conquistadores. Por suerte y por desgracia nuestros jugadores y entrenadores se han visto en la obligación de emigrar. Pero lo han hecho para triunfar, para conquistar Europa. A base talento y riqueza táctica, se han conquistado territorios que hasta hace poco parecían demasiado lejanos. Se ha clavado la bandera española en Hungría, Macedonia, Polonia, Alemania, Francia, Rumanía o Dinamarca. Sin compasión y demostrando su calidad, jugadores y entrenadores españoles se han convertido en conquistadores y predicadores de un estilo de juego muy atractivo que ha nacido en España.
Pero las conquistas no se detienen aquí, pues también el propio balonmano español se ha apoderado de ciudades enteras que han hecho del balonmano su religión. En la última década, la máxima categoría de nuestro deporte ha cambiado profudamente hasta dar como resultado una Liga ASOBAL BAUHAUS que sigue una tendencia que le llevaría al modelo alemán.
Si hace 24 años, cuando echó a andar la Liga ASOBAL, la gran mayoría de equipos eran de ciudades ‘grandes’ esto ha cambiado considerablemente. La actual Liga ASOBAL BAUHAUS se ha expandido por el territorio español para conquistar ciudades de menos de 100.000 habitantes, allí donde el balonmano se ha convertido en la lengua materna.
En la primera edición de la Liga ASOBAL, hasta 11 equipos residían en ciudades de más de 100.000 habitantes, siendo 7 de ellas de más de 250.000 habitantes. Dato que contrastaba con lo que ocurría en la Bundesliga, donde solo 4 equipos de los 14 que competían en la máxima categoría germana pertenecían a ciudades de más de 100.000 habitantes.
En aquella temporada 1990/91, ciudades tan importantes como Madrid, Barcelona, Málaga, Alicante o Las Palmas de Gran Canaria contaban con un equipo en la máxima categoría del balonmano español. Esto provocaba que hasta 7 clubes de la Liga ASOBAL tuviesen que convivir con equipos de la Primera División de Fútbol y otros tantos con equipos de la Liga ACB.
Si la población media de una ciudad con equipo en la máxima categoría del balonmano nacional era de 636.700 espectadores (dato que podría estar un tanto distorsionado por la presencia de dos equipos de Madrid aunque si dejaramos a un lado la media sería de 480.000) ahora la media de la Liga ASOBAL BAUHAUS se sitúa en los 130.650 habitantes.
Hace 10 años, en la temporada 2004/05, la media ya había bajado hasta los 247.000 (con 8 ciudades de más de 100.000 habitantes) pero la transformación ha seguido su curso hasta llegar a la presente edición de la Liga ASOBAL BAUHAUS, donde solo hay 6 ciudades de más de 100.000 habitantes.
Esta transformación, evidentemente puede tener muchas lecturas, pero una de ellas es la importancia de la conquista de territorios donde el balonmano se ha convertido en un deporte mayoritario que saca la cabeza por encima de gigantes como el fútbol y el baloncesto. Actualmente, solo Barcelona tiene un equipo en la Liga BBVA y en la Liga ASOBAL BAUHAUS y solo Zaragoza y la propia ciudad condal poseen club en la primera categoría del balonmano español y del baloncesto nacional.
Si en la primera edición de la Liga ASOBAL eran mayoría los equipos que compartían ciudad con un equipo de fútbol en Primera o en Segunda (10/16) ahora ocurre lo contrario pues son mayoría los que no lo hacen (12/16). Y este es uno de los datos que nos llevan hacia la realidad alemana, pues en la actual edición de la Bundesliga, donde el 60% de los equipos pertenecen a ciudades de menos de 100.000 habitantes, solo el Füchse Berlín (único con equipo también en la Basketball Bundesliga), HSV Handball y TSV Hannover-Burgdorf comparten ciudad con un equipo de la Bundesliga de fútbol. Además, el HC Erlangen, que es de Núremberg, comparte ciudad con un club de la 2.Bundesliga.
Esta tendencia ha llevado al balonmano español ha conquistar corazones, ha conquistar ciudades enteras que vibran con nuestro deporte, y por lo que podemos ver se seguirá este camino, pues ya se ha confirmado el ascenso de la SD Teucro, un equipo de una ciudad de menos de 100.000 habitantes, y el descenso del Juanfersa Gijón, residente en una ciudad de más de 250.000 habitantes y con un equipo en la Liga Adelante.
Y con los datos en la mano, podemos sacar conclusiones positivas que nos hacían mirar el futuro con un cierto grado de optmismo, pues los equipos con una mayor ocupación media pertenecen a ciudades con menos de 100.000 habitantes. Así lo demuestran clubes como el BM Villa de Aranda, el Ángel Ximenez Puente Genil, el Balonman Cangas o, sobre todo, el Fertiberia Puerto Sagunto.
Este dato podría tener la lectura de que en las ciudades pequeñas los pabellones son más pequeños, lo cual es cierto, y por eso se llenan con mayor facilidad. Pero en términos absolutos, y dejando al margen los datos de asistencia del Helvetia Anaitasuna y, sobre todo, del Ademar León, hay más público en las ciudades más pequeñas, pues tanto el BM Villa de Aranda como el Fertiberia Puerto Sagunto, el MMT Seguros Zamora y el Balonmán Cangas rozan cada fin de semana los 1500 espectadores, superando dicha cifra en varias ocasiones.