FRANCIA, RUSIA, POLONIA, JAPÓN, BRASIL, NORUEGA

En este grupo , a priori, parece que tenemos un claro favorito para ocupar la primera posición y un claro candidato a cerrar la clasificación. A partir de ahí, mucha igualdad y difíciles pronósticos.

Todo lo que no sea ver a Francia liderando el grupo será una sorpresa. La selección que dirigirán Didier Dinart y Guillaume Gille tiene en su mente el título desde el dia que la IHF le otorgó la organización a su país. Después de un mal Europeo y de perder la final olímpica ante Dinamarca, ‘Les Experts‘ quieren volver a reinar, tal y como hicieron en Qatar 2015. Reinado que podía suponer la retirada de jugadores como Thierry Omeyer o Daniel Narcisse, para los que levantar un título mundial en su casa podría ser el momento ideal para dejar la selección tras más de 15 años de éxitos.

Tras la selección gala resulta difícil señalar de entre Rusia, Polonia, Brasil y Noruega la favorita para llevarse la segunda posición. A priori debiera ser la selección polaca, tercera en Qatar y cuarta en Río 2016, pero la selección de Talant Dujshebaev no podrá contar en Francia con jugadores de la importancia de Jurecki, Bielecki, Lijewski o Szmal. Estas importantes bajas debilitan mucho a una Polonia que comienza una transición después de los buenos resultados conseguidos en los últimos años.

En cuanto a Rusia, la selección que ahora dirige Dmitri Torgovanov, ha estado alejada de la élite en los últimos años, pero tiene una plantilla capacitada para dar guerra ante cualquier selección. En Qatar, Rusia fue 19ª, el peor resultado de su historia, y en el pasado Europeo acabó en 9º lugar. Resultados que no hacen justicia a la calidad de sus jugadores, la cual nos hace siempre tener la esperanza de volver a verles hacer un buen torneo. Con una plantilla muy experimentada, habituada a lidiar en la Champions League con los mejores jugadores del planeta, será un equipo peligroso si acierta en su estilo de juego y huye de la irregularidad que le ha caracterizado en los últimos años.

Al contrario de Rusia, en Brasil tenemos a una selección que en los últimos años ha cosechado los mejores resultados de su historia y que pretende seguir creciendo. Con Jordi Ribera el salto de calidad de la selección sudamericana fue sensacional, pasó de no saber lo que era pasar una ronda en Mundiales y Juegos Olímpicos a plantar cara a potencias como Francia, España o Croacia. Ahora, con Washington Nunes en el banquillo, Brasil quiere seguir su progresión y dar un paso más dejando atrás unos octavos de final que no le traen buenos recuerdos (en 2013 perdió solo de 1 ante Rusia y en 2015 volvió a caer por la mínima, esta vez ante Croacia).

Por último, en esta lucha por la clasificación para los octavos de final tenemos a Noruega, que viene de ser la revelación del pasado Europeo. Con una combinación perfecta de juventud y experiencia, Christian Berge ha conseguido confeccionar un equipo que juega muy bien al balonmano y que asombró a toda Europa en Polonia 2016. Un año después veremos hasta dónde es capaz de llegar una selección noruega que estará en Francia gracias a la invitación de la IHF (había caído en el Playoff ante Eslovenia).

A la cola de este grupo debería situarse Japón, entrenada por el técnico español Antonio Carlos Ortega en el último torneo antes de que empiece la era de Dagur Sigurdsson. La selección nipona no había conseguido clasificarse ni para el Mundial de España 2013 ni para el de Qatar 2015 y, ahora, de la mano del técnico malagueño ha conseguido volver a la cita mundialista. Merced a una selección rápida y de escasa estatura, característica propia de selecciones como la japonesa o la coreana, y con su estilo de juego que pondrá en aprietos a sus rivales si entran en su dinámica. Si las selecciones que tendrá enfrente en este Mundial son capaces de leer correctamente el juego nipón, será difícil que no sea última de grupo.

Edu Agulló | @Eduagullo