Desde la Edad Media Santiago de Compostela se convirtió en el destino de una ruta de peregrinaje que realizaban, con devoción, millones de personas procedentes de todo el mundo y que llegaban a la actual capital gallega con el fin de venerar las reliquias del apóstol Santiago el Mayor.
Desde el inico de la ‘Ruta Xacobea‘ son diversos los caminos que han conducen a la tumba de Santiago el Mayor. El ‘Camino Francés’, el ‘Camino Portugués’ o el ‘Camino Inglés’ son varias de las rutas que conducen a Santiago de Compostela. Diferentes recorridos que conducen a un mismo punto de destino. Paradójicamente este punto de destino, será el punto de partida de la selección española femenina en su camino hacia el Europeo de Suecia 2016.
Después de una época gloriosa en la que España se ha subido al podio del Europeo, del Mundial y de los Juegos Olímpicos podríamos estar llegando al final del camino. Pero no será así, ni mucho menos. En esta selección ya no están mujeres como Begoña Fernández, la que para siempre será la gran capitana. Y jugadoras de la importancia de Marta Mangué, Silvia Navarro, Eli Pinedo, Bea Fernández o Macarena Aguilar ya superan la treintena de edad. Aún así, a esta selección que nos ha conquistado desde hace tiempo le queda cuerda para rato.
A las ‘Guerreras‘ aun les queda camino por recorrer y sus paisajes serán gloriosos. Será así porque a las más veteranas del equipos no se les ha acabado el hambre de victoria y será así porque por detrás se están incorporando jóvenes talentos que ya han demostrado que han llegado para quedarse. Jugadoras como Nerea Pena, Lara González, Marta López, Eli Chavez, Bea Escribano o Mireya González no superan los 25 años de edad y ya saben lo que es jugar una final de un Europeo. La experiencia que han ido adquiriendo tanto en la selección como en sus clubes (todas ellas fuera de España) les harán piezas esenciales en los próximos objetivos del equipo de Jorge Dueñas.
Con estos argumentos está claro que la visita a Santiago de Compostela no representa el final del camino, si no que representa el inicio de un nuevo camino en el que el sueño será seguir la línea de los últimos años y a ser posible cambiar el color de las medallas y asaltar lo más alto del podio en alguno de los próximos eventos que tenemos a la vista.
La selección española es conocida por su garra, por su tenor, por su entrega. Vamos, en definitiva, por representar en la pista lo que son unas guerreras. Pero no es esto lo que les ha llevado hasta aquí, que también. Lo más destacable de esta selección es su talento, prácticamente inigualable. Jorge Dueñas ha conseguido confeccionar un equipo que rema en la misma dirección y que no se arruga ante nadie, por muy grande que sea su rival. Les ha hecho saber que son mejores que el resto, que la superioridad física se combate jugando mejor y que son capaces de ganarle a cualquiera.
Cuando Jorge Dueñas llegó al banquillo de España, allá por 2007, habían sido muchos los grandes eventos en los que la selección española había estado ausentes. No se clasificó para el Mundial de 1995, tampoco lo hizo para el de 1997, ni para el de 1999, ni para el de 2005. Ahora ver a España en un Campeonato del Mundo, como lo haremos durante el próximo mes de diciembre, se ha convertido en lo normal.
Además, España tampoco había jugado los Europeos de 1994, 1996 ni 2000. Ahora aun habrá alguno que tilde de fracaso cuando la selección española no alcance las semifinales del torneo continental, a donde han llegado en 2 de las 4 últimas ediciones.
Evidentemente también fueron varios los Juegos Olímpicos que se perdió España antes de la llegada de Jorge Dueñas. No se consiguió la clasificación para Sydney 2000 y, sin tiempo para el trabajo, el técnico vasco tampoco pudo clasificar a España para Pekín 2008.
España no estaba en la élite del balonmano mundial. Ni siquiere del balonmano europeo. La mejor clasificación hasta entonces había sido el magnífico resultado conseguido en el Mundial de Croacia 2003, cuando acabó en quinta posición. Pero los demás resultados estaban lejos de lo que hoy es habitual
Pero hubo un mes que lo cambió todo. Fue en Macedonia, durante la primera quincena del mes de diciembre de 2008. Era el primer Europeo para Jorge Dueñas y por primera vez se alcanzó las semifinales. No suficiente con esto, España se plantó en la final y solo una inalcanzable Noruega le arrebató el oro.
Desde entonces todo cambió y España ya sabe lo que es colgarse una medalla olímpica al cuello, lo hizo en Londres 2012 tras derrotar a Corea del Sur en el tercer y cuarto puesto. Y también sabe lo que es subirse al podio mundial gracias al bronce de Brasil 2011.
Todo cambió con la llegada de Jorge Dueñas y vaya si cambió. En la década anterior al técnico vasco, el porcentaje de victorias de España se situaba en el 45,5%. Se perdían más partidos de los que se ganaban pero desde aquel octubre de 2007 España gana el 63% de los partidos que disputa. Especialmente significativo es el dato de las derrotas sufridas desde aquel maravilloso Europeo 2008, pues desde aquel torneo la selección pierde menos del 30% de los partidos que juega. Es decir, se ha convertido en un coco del balonmano mundial.
Se suele decir que lo más bonito del ‘Camino de Santiago‘ es el recorrido, los lugares por donde uno pasa y la compañía con la recorre los cientos de kilómetros (miles en algunos casos). Por eso debemos seguir disfrutando de cada partido de estas ‘Guerreras’, de cada país que conquistan con su atractivo juego. En definitiva, seguir disfrutando de su compañía.
Edu Agulló | @Eduagullo