Tras eliminar a Montenegro en la fase previa a este Mundial de Qatar, Bielorrusia jugará su tercer cita mundialista, la segunda consecutiva tras el Mundial de España, donde llegó a octavos de final.
La selección entrenada por Yuri Shevtsov tiene un nombre propio y éste no es otro que la estrella blaugrana Siarhei Rutenka. Desde su vuelta a la selección bielorrusa, ésta no ha parado de crecer y ya se ha convertido un habitual de las grandes citas, además de estar en los dos últimos Mundiales también ha estado en el Europeo de Dinamarca 2014.
Además del brazo de Rutenka, Bielorrusia podrá seguir dando pasos gracias también a la labor del HC Meshkov Brest. La presencia del conjunto bielorruso en la EHF Champions League le ha permitido a varios jugadores de la selección adquirir una experiencia muy importante al más alto nivel.
Bielorrusia no es una potencia mundial, ni mucho menos, pero tiene jugadores interesantes que ayudan a Siarhei Rutenka a desplegar su juego. Apoyado en jugadores como el central Barys Pukhouski, del Csurgói KK, y el lateral derecho Siarhei Shylovich, del HC Meskhov Brest, Bielorrusia practica un juego que les da muchos réditos, demostrando que conocen perfectamente sus defectos y sus virtudes. En muchas ocasiones ejecutan un balonmano rápido en el que intenta resolver los ataques con celeridad, intentado sorprender a las defensas rivales. En cuanto el ataque posicional se alarga es aqui cuando centran su atención buscar facilidades para el brazo de Siarhei Rutenka.
Evidentemente Bielorrusia sin los goles de Siarhei Rutenka no estaría en este Mundial pero es de rigor reconocer que posee jugadores interesantes que tienen muy interiorizado el estilo de juego que propone su entrenador Yuri Shevtsov.
En el extremo derecho, cuenta con dos buenos jugadores que le ofrecen una alternativa distinta al lanzamiento de Rutenka. Uno de ellos es el hermano del jugador del FC Barcelona, Dzianis Rutenka, que juega en el HC Meshkov Brest, y el otro es Maksim Baranau, también compañero de Dzianis lo cual le hace tener menos oportunidades a pesar de ser un jugador perfectamente válido para tener protagonismo en esta selección.
Otro de los recursos de esta selección es el juego con el pivote, que se entiende muy bien con la primera línea. Tanto en el Mundial de 2013 como en el pasado Europeo de Dinamarca, Maxim Babichev, del HC Dinamo Minsk, demostró ser un jugador importante en el combinado nacional bielorruso. En la cita del pasado mes de enero su protagonismo fue menor porque los problemas físicos de Siarhei Rutenka lastraron considerablemente a todos sus compañeros.
En defensa, suelen proponer una defensa 6:0 dura que comete más errores de los que debería. Tienen hombres corpulentos y fuertes en el centro de la defensa y en la zona exterior jugadores que juegan mucho con la anticipación.
Por su parte, la portería suele estar ocupada por Vitali Charapenka, portero suplente del HC Meshkov Brest por detrás del croata Ivan Pesic. Es un portero demasiado irregular, que alterna grandes partidos con discretas actuaciones. Los de Yuri Shevtsov lo necesitan al mejor nivel partido tras partido si quieren volver a meterse en los octavos de final de un Mundial de Qatar en donde tendran muy duro mejorar lo conseguido en España.
Edu Agulló | @Eduagullo