Asiduo a la cita mundialista desde Islandia 1995, Túnez ha llegado hasta el Mundial de Francia 2017 como subcampeona africana y con una selección que por un lado tiene mucho peligro y que por otro genera incertidumbres.
En estos 11 Mundiales que Túnez ha disputado de manera consecutiva, la selección africana ha sido una selección aguerrida que se ha caracterizado por poner en aprietos a selecciones europeas. Habituada a superar la fase de grupos, Túnez llegó hasta semifinales en su Mundial, en 2005, y partiendo su juego desde una dura defensa ha conseguido ser un equipo respetado en todo el mundo.
A Francia, Túnez llegará con una selección experimentada, con jugadores que saben muy bien lo que es vestir la camiseta de su selección en compromisos tan importantes como un Mundial, con un estilo de juego y con una plantilla bastante asentada. Eso sí, contratiempos le han obligado a realizar algún que otro cambio que puede ser importante.
En cuanto a los cambios que veremos en la selección tunecina en este Mundial los más importantes están en la defensa, ya que en Francia no veremos al defensor del HBC Nantes, Mahmoud Gharbi, ni al corpulento Selim Hedoui, dos clásicos en la zona central de Túnez en los últimos años. Tampoco estará Wissem Hmam, ahora especialista defensivo en el Saint Raphael. Aunque este último ya no acostumbraba a vestir la camiseta de Túnez sí que había estado en el pasado Mundial de Qatar 2015.
Al que tampoco veremos en este Mundial es al talentoso central Abdelhak Ben Salah, sancionado disciplinariamente tras este verano y al que no veremos con la selección, como mínimo, hasta octubre de 2017.
Además, a última hora hemos conocido la lesión de Marouen Maggaiz. El experimentado portero africano acaparó mucho protagonismo durante los últimos años. Es un guardameta asentado en la élite, que durante 8 temporadas jugó en Francia (Montpellier y HBC Nantes) y al que echarán mucho de menos.
A pesar de las importantes ausencias en la zona defensiva, Hafedh Zouabi seguirá apostando por tener un duro 6:0 (en alguna ocasión se puede ver un 5:1 con Oussama Boughanmi sobre todo si quieren desconectar a un jugador de la primera línea rival). Para este contundente 6:0 seguirá contando para la causa con el veterano Issam Tej y además asumirán roles principales Mosbah Sanai, Khaled Haj Youssef y Marouan Chouiref, este último con pasado reciente en Europa.
La dura defensa, sobre todo en la zona central, estará apoyada de un portero veterano que intentará hacer olvidar a Maggaiz. Makrem Missaoui, al que le hemos visto hacer algún que otro buen partido, deberá asumir toda la responsabilidad, pues su compañero de posición Marwane Soussi apenas tiene experiencia internacional.
Si la defensa es una de las principales armas de Túnez, aunque probablemente ya fue más de lo que es hoy en día, la otra gran arma es el lanzamiento exterior, que contrariamente a la defensa ha ido mejorando en los últimos años. El crecimiento experimentado por Wael Jallouz en el FC Barcelona Lassa le obliga a ser el líder de Túnez dos años después de un Mundial en el que el protagonismo del lateral izquierdo del equipo catalán fue más bien secundario.
Ya en Río de Janeiro Wael Jallouz asumió galones aunque quizás en la cita olímpica estuvo por debajo del nivel que se esperaba de un jugador que destaca en la EHF Champions League. Probablemente en Francia le vendrá bien tener un compañero de puesto con el que repartir protagonismo y minutos, pues Mosbah Sanai, que fue el lateral titular en Qatar 2015, no estuvo en los Juegos y en cambio sí estará en el Mundial de Francia. Tanto Jallouz como Sanai, que la próxima temporada jugará en el Chambéry Savoie, tienen un lanzamiento exterior portentoso. Ambos hacen mucho daño desde atrás y si Túnez es capaz de encontrar sus lanzamientos se convertirá en una selección muy peligrosa, pues en el lateral derecho también tienen dinamita, especialmente con Amine Bannour. Sus lanzamientos desde más allá de 9 metros obligará a las defensas a ser muy profundas y ahí aparecerán espacios para Issam Tej o Marouan Chouiref.
Donde Túnez también tiene mucho talento es en los extremos. Sobre todo gracias a Oussama Boughanmi y Aymen Toumi. Con Jallouz y Sanai fueron piezas clave de la selección júnior que se colgó el bronce en el Mundial 2013 y desde que dieron el salto al combinado absoluto se han convertido en dos jugadores muy importantes. Especialmente Boughanmi, con pasado en el Tremblay en France y con calidad más que de sobra para jugar en Europa aunque ahora milite en el Esperance de Tunis, será el que acapare gran parte de los goles de Túnez. Siempre ha sido así en los últimos torneos y está claro que así sigue siendo, pues Oussama Boughanmi metió 22 goles en los dos últimos partidos de preparación de cara a este Mundial de Francia.
En la renovada defensa de la que antes hablaba y en el centro del ataque es donde residen las dudas de Túnez. Con la ausencia del duramente sancionado Abdelhak Ben Salah, parece que será el joven Mohamed Soussi el que tome el timón de su selección y el encargado de que los laterales puedan explotar su lanzamiento exterior. A Soussi le acompañará el veterano Sobhi Saïed, integrante de la selección que fue cuarta en el Mundial de 2005.
Edu Agulló | @Eduagullo