La última vez que Alemania jugó la semifinales de un gran torneo fue en 2008, en el Europeo de Noruega. Ocho años han pasado desde aquel torneo en el que finalizó en cuarta posición y muchas cosas han cambiado. Por aquel entonces la selección alemana era un equipo temido, ahora es una selección que fue séptima en el último Europeo y que el pasado Mundial de Qatar lo jugó gracias a una invitación.
A pesar de los malos resultados cosechados por Alemania en los últimos años su situación comenzó a cambiar con la llegada de Dagur Sigurðsson, el cual inició un proceso de renovación que todo indica que debería finalizar con un éxito, de cara al futuro pocas selecciones tienen tanto potencial como la alemana. En este Europeo estaba previsto ver a Alemania dar un paso más después de dejar un buena imagen en Qatar, sin embargo todo se ha torcido en los últimos meses. Si comparamos el equipo que acudió a la cita mundialista de hace un año muchas cosas han cambiado por culpa de desafortunadas lesiones y del siete inicial germano del pasado Mundial cuatro no estarán en Qatar por problemas físicos. Las bajas de Uwe Gensheimer, Patrick Groetzki, Paul Drux y Patrick Wiencek son muy importantes y lastrarán demasiado a Alemania, que a pesar de todo se plantará en Polonia con mucha ilusión por hacer un buen torneo y por seguir dando pasos en su vuelta a la elite europea.
A pesar de las importantes lesiones que han mermado considerablemente a la selección de Dagur Sigurðsson la plantilla seguirá estando capacitada para luchar por estar en semifinales. El grupo con el que deberán lidiar en el inicio de competición será muy duro pero sus jugadores llegan preparados para la batalla, la exigencia de la Bundesliga les ha preparado.
Respecto al último Mundial Alemania ha dado un salto de calidad en la portería. En este torneo ya no está Silvio Heinevetter pero en su lugar estará Andreas Wolff, el portero del futuro en Alemania. Y no solo es un guardameta que está llamado a marcar el balonmano mundial en los próximos años si no que ya está preparado para rallar a muy buen nivel como ha demostrado con el HSG Wetzlar. Sin ir más lejos sus actuaciones le han valido para cerrar su fichaje por el THW Kiel. A su lado estará el experimentado Carsten Lichtlein, que en las filas del VfL Gummersbach está haciendo una buena campaña.
Hablando de bajas, la de Wiencek supondrá una losa importante para Alemania, ya que el jugador del THW Kiel era pieza importante tanto en ataque como en defensa. Ahora los encargados de sumir más importante en tareas defensiva serán Erik Schmidt y Hendrik Pekeler. Además, Sigurðsson ha decidido llevar a este Europeo un tercer pivote, Jannik Kohlbacher. El jovencísimo pivote del HSG Wetzlar se ha destapado esta temporada como un enorme talento y en tareas ofensivas se puede convertir en una figura importante dentro de esta selección, se mueve muy bien sobre la línea de 6 metros.
Donde más ha sufrido Alemania con las lesiones ha sido en los extremos, especialmente en el izquierdo. Las bajas de Uwe Gensheimer y, posteriormente, la de Michael Allendorf, han dejado a Dagur Sigurðsson con un solo extremo izquierdo. Y éste será Rune Dahmke, totalmente falto de experiencia. Por suerte, el extremo del THW Kiel esta temporada ha demostrado que para él la juventud no es un problema para soportar la presión en momentos puntuales.
En el otro extremo Alemania ha perdido la eficacia de Groetzki pero Tobias Reichmann llega en un excelente momento, asentado como titular en el KS Vive Tauron Kielce. Como compañero tendrá otro extremo que no se le queda atrás, pues Johannes Sellin llega pletórico tras el inicio de temporada del MT Melsungen.
En cuanto a la primera línea, al margen de Paul Drux, Alemania mantiene el bloque del pasado Mundial, sobre todo en estilo de jugadores. El sistema utilizado por Sigurðsson les funcionó y debería seguir siendo así en este Europeo. La selección germana lleva al Europeo una primera línea formada por jugadores muy completos, todos ellos muy desequilibrantes en el uno contra uno, capaces de darle continuidad al balón cuando generan superioridad y con buen lanzamiento exterior. Sin duda el mejor jugador seguirá siendo Steffen Weinhold, que quizás con el THW Kiel no tiene el protagonismo que merece. Además, el lateral izquierdo Christian Dissinger se convirtió en el líder de las zebras durante muchos partidos de esta primera mitad de la temporada.
Fabian Wiede, Simon Ernst, Niclas Pieczkowski, Finn Lemke, Steffen Fäth y Kai Häfner completan una primera línea que ofrece muchos recursos y versatilidad. Además todos ellos comparten una cosa y es que han destacado mucho durante los primeros meses de competición en la Bundesliga.
En resumen Alemania llega muy mermada a la cita pero tras el Mundial de Qatar ha seguido haciendo un buen trabajo, el cual le colocará entre los mejores equipos del mundo en los próximos años. Adía de hoy no podemos decir que sea un equipo que inicie el Europeo como favorito pero sí que podemos decir que es una selección que tiene virtudes para dar la sorpresa y llegar a soñar con estar en semifinales si están inspirados en los momentos más importantes del Europeo.
Edu Agulló | @Eduagullo