En la temporada 2012-2013 la RFEBM decidió dar un lavado de cara a la Copa del Rey. El descenso de calidad de la Liga ASOBAL había hecho que el interés por esta competición fuera disminuyendo con los años. Atrás habían quedado ediciones en las que en la fase final se citaban hasta 5 equipazos como podían ser FC Barcelona, BM Ciudad Real, Portland San Antonio, Ademar de León y BM Valladolid. Todos llegaban con opciones de levantar el título y durante cuatro días se podía disfrutar en un mismo pabellón del mejor balonmano del mundo.

La decisión de la RFEBM fue aumentar la participación en esta competición y en aquella edición fueron todos los equipos de la Liga ASOBAL los que optaron al título y no 8 como ocurría anteriormente. En aquella edición se percibió que el panorama actual de nuestro balonmano era ideal para un formato como éste, en el que la emoción se vivía desde las primeras rondas de la competición.

Parecía que el cambio de formato funcionaba y por eso la RFEBM decidió ir un paso más allá incluyendo en la Copa del Rey a los equipos de la División de Honor Plata. Podía haber quién pensase que la segunda eliminatoria, en la que se cruzan equipos de Plata con los ocho peores de la Liga ASOBAL, iba a ser un paseo para estos últimos. Pero lejos de ser así, desde la primera edición pudimos disfrutar de partidos muy emocionantes que incluso dieron lugar a más de una sorpresa.

En aquella Copa del Rey de la temporada 2013-14, la SD Teucro, que militaba en la División de Honor Plata, eliminó al BM Valladolid y el FC Barcelona ‘B’ se cargó al Bidasoa Irún y al Naturhouse La Rioja, alcanzando unos cuartos de final donde acabó cayendo ante el BM Huesca.

Fue la primera Copa del Rey que se abrió a los equipos de la División de Honor Plata y fue la primera ocasión en la que vimos que el filial blaugrana estaba capacitado para plantar cara a los equipos de la máxima categoría del balonmano español. Desde aquella edición, el FC Barcelona ‘B’ siempre ha eliminado a un equipo de ASOBAL, en esta última edición ha sido el BM Aragón el que ha sucumbido ante la calidad de los jóvenes jugadores blaugranas.

Al igual que en la temporada 2013-2014, en la siguiente edición de la Copa del Rey también fueron dos equipos de la División de Honor Plata los que llegaron hasta los octavos de final. En esta ocasión fueron el filial blaugrana, que eliminó al Frigoríficos del Morrazo Cangas y el Atlético Valladolid, que ganó al BM Aragón. Ninguno de los dos consiguió pasar de octavos de final.

El formato funcionaba. La superioridad del FC Barcelona nos hacía saber quién iba a ser el campeón desde la primera ronda, pero la emoción y la igualdad vivida en las primeras rondas le daban prestigio a la competición. Ver dos sorpresas, varias prórrogas y partidos muy igualados satisfacían a los aficionados al balonmano, quizás lo único que faltaba era un televisión o un streaming que nos ofreciera alguno de estos interesantísimos partidos.

Nos conformábamos con esto pero esta temporada los equipos de la División de Honor Plata han ido un paso más allá y se han erigido como los protagonistas de la competición. De los ocho partidos de la segunda eliminatoria en cinco de ellos el ganador ha sido un equipo de Plata. Bidasoa Irún, FC Barcelona ‘B’, Viveros Herol BM Nava, BM Alcobendas y el Juanfersa Comunicalia sorprendieron a SD Teucro, BM Aragón, GlobalCaja Ciudada Encantada, BM Guadalajara y Ángel Ximenez-Puente Genil. En el sorteo de octavos de final de la Copa del Rey habrá 5 equipos de la División de Honor Plata y 11 de la Liga BAUHAUS ASOBAL.

Sin ninguna duda en los últimos años la diferencia entre la Liga ASOBAL y la División de Honor Plata se ha reducido, y más esta temporada en el que el nivel de la segunda categoría ha subido considerablemente. Es cierto que en la última década el descenso de nivel de ambas categorías ha sido más que notable pero también es cierto que ha sido mayor en la ASOBAL, lo que ha provocado esta reducción de la desigualdad y el aumento de las probabilidades de sorpresa dentro de una competición que ha ganado interés con el cambio de formato.

Ahora la única inógnita que puede quedar en el aire es si la igualdad entre la ASOBAL y la Plata es tan grande cómo ha evidenciado la segunda eliminatoria de la presente edición de la Copa del Rey o si la competición ha perdido interés para los equipos llamados a luchar por la permanencia, que prefieren descargar su calendario y centrarse en su principal objetivo en lugar de pelear por meterse en la Final4 de una competición en la que se conoce el nombre del ganador desde su inicio.

Edu Agullo | @Eduagullo

FOTO: Ávaro Bermejo | @cachadj