El Mundial Júnior siempre es un buen momento para introducir novedades reglamentarias que permitan al balonmano evolucionar y adaptarse a los nuevos tiempos.

Siempre son muchas las voces que reclaman cambios en la reglamentación que hagan de balonmano un deporte más claro para el espectador y menos abierto a la subjetividad del dúo arbitral. Pero antes de aplicar cambios en la reglamentación es muy positivo probarlos en un torneo como este Mundial Júnior de Brasil, donde se han introducido cuatro grandes novedades.

Las más importantes van en dos sentidos. Por un lado se busca reducir la subjetividad a la hora de sancionar la pasividad y por otro ser más claro de cara al público a la hora de sancionar acciones agresivas.

Una de las grandes novedades, y la más llamativa, es la inclusión de la tarjeta azul. Actualmente el árbitro, cuando muestra la tarjeta roja, debe comunicar al entrenador del equipo al que pertenece el jugador sancionado que habrá un informe adicional en el acta del partido. De esta manera, el entrenador lo sabe pero los espectadores no se enteran de que esa tarjeta roja puede conllevar una sanción. ¿Cuántas veces nos han preguntado mientras vemos un partido si una acción sancionada con tarjeta roja acarrea sanción o no? Ahora se trata de corregir la situación con esta tarjeta azul.

De esta manera, las posibles sanciones quedarían asi: 

Tarjeta roja: Descalificación sin informe escrito y sin posibilidades de suspensión al jugador cuando finalice el partido.

Tarjeta roja +Tarjeta azul: Descalificación con informe escrito en el acta y con posibilidades de suspensión de cara a próximos partidos.

La otra gran novedad va relacionada con la pasividad y con ella se busca reducir la subjetividad a la hora de señalar esta acción. Durante este Mundial Júnior después de realizar el gesto de advertencia, habrá un número máximo de pases permitidos para el equipo que se encuentra en ataque. Este número deberá estar entre cinco y ocho, dependiendo de la actitud del equipo atacante. De no lanzarse antes de ese número de pases, el equipo perdería la posesión.

Otra de las novedades va enfocado a evitar situaciones en las que un jugador exagera una lesión. De esta manera, ante una lesión, los árbitros deben autorizar la entrada de los oficiales para atender al jugador sólo si ello es absolutamente necesario. 

En otros casos, los árbitros deben instar al jugador lesionado para que abandone el campo por sus propios medios para ser atendido fuera del mismo. Si el jugador no sale y permanece más tiempo del necesario en el suelo, será  culpable de actitud antideporiva y deberá ser sancionado por los árbitros (tarjeta amarilla o dos minutos).

Si el jugador no puede salir por sus propios medios y requiere atención médica, el árbitro deberá autorizar la entrada de los oficiales del equipo. Cuando el jugador se recupere deberá abandonar el campo de juego y no podrá volver a ingresar durante los próximos tres ataques de su equipo. Si el jugador ingresa antes de ello, la situación será excluido por dos minutos.

Por último, la otra modificación reglamentaria que se está probando en este Mundial Júnior será el cambio de la ‘regla del último minuto’ por la ‘regla de los últimos 30 segundos’.

La regla vigente dice que si un jugador evita indebidamente que el equipo rival pueda jugar el último ataque debe ser sancionado con tarjeta roja. Esto ocurría durante el último minuto, pero ahora solo ocurrirá en los últimos 30 segundos y la acción será sancionada con tarjeta roja al infractor y 7 metros. Hay que aclarar que en los últimos 30 segundos la decisión de tarjeta roja + 7 metros (cuando el balón esté en juego) será para faltas con peligro para la salud del adversario y no significa que cualquier infracción será sancionada con tarjeta roja más 7 metros.

Tras el Mundial de Brasil, la IHF analizarán qué efectos han tenido estos cambios y decidarán si se aplican en el futuro de manera definitiva.

Edu Agulló | @Eduagullo