Como indican sus participaciones en los últimos cuatro Mundiales y en los últimos siete Europeos, Polonia es una selección totalmente asentada en la élite y que está perfectamente capacitada para pelear con las grandes potencias del balonmano mundial.

Su medalla de plata del Mundial de 2007 y su medalla de bronce del Mundial de 2009 dejaron patente el alto nivel al que se ha situado la selección polaca. Si bien es cierto que de aquella maravillosa generación que practicaba un gran balonmano a las órdenes de Bogdan Wenta apenas quedan unos resquicios que aún así les permitirán soñar por llegar a las últimas fases del torneo.

Los de Michael Biegler llegan a Qatar después de ser sextos en el Europeo de Dinamarca y tras cargarse a Alemania en la fase previa a este Mundial. En aquella eliminatoria, donde hay que reconocer que la selección alemana no jugó mal, Polonia demostró su enorme poderío para imponerse tanto en el partido de ida como en el de vuelta y con ese precedente se plantaba en un Mundial donde todos la señalaban justo en el peldaño inferior a Dinamarca, Francia, España y Croacia.

Polonia posee jugadores de calidad contrastada como Karol Bielecki, Michal y Bartosz Jurecki, Slawomir Szmal o Mariusz Jurkiewicz, pero hay una baja que les hará mucho en daño en este Mundial. Después de unos meses repletos de problemas físicos todo indicaba que el talentosos central Bartolomiej Jaszka estaría listo para el Mundial de Qatar pero finalmente no será así y esto será algo que lastrará considerablemente a Polonia en tareas ofensivas. Tal y como pudimos comprobar en el Memorial Domingo Bárcenas.

Centrándonos en los que sí estarán en Qatar, Polonia destaca por tener una portería de amplias garantias y un lanzamiento exterior prodigioso. En cuanto a la portería es muy raro que no esté en estadísiticas muy altas puesto que Slawomir Szmal, mejor jugador del mundo en 2009, es un portero del más alto nivel y si no está inspirado siempre podrá contar con las paradas de su suplente, pues esté Marcin Wichary o Piotr Wyszomirski Polonia tiene asegurado un buen número de paradas en cada partido.

Además, para ayudar a estos porteros, que semana tras semana demuestran su nivel en la EHF Champions League, Polonia posee una fuerte defensa 6:0 asentada en la pareja central del Kielce. Piotr Grabarczyk y Piotr Chrapkowski forman un dúo de mucha fuerza y de muchos centímetros que puede hacer de la defensa polaca un muro para sus rivales. Es cierto que en ocasiones demuestran ciertas debilidades y conceden facilidades a la defensa rival pero en más de una ocasión han demostrado ser capaces de defender a un nivel altísimo (lo dejaron patente ante España en Oviedo).

En ataque, tal y como deciamos anteriormente, Polonia posee un lanzamiento exterior prodigioso. Bielecki, Michal Jurecki y Krizystof Lijewski son lanzadores del más alto nivel mundial. Además, también contarán con la inestimable ayuda de Mariusz Jurkiewicz, que en Oviedo no pudo jugar, y del zurdo Aldrzej Rojewski (el jugador del SC Magdeburg debutará en un gran torneo con Polonia después de jugar con Alemania).

El problema lo tendrán en la dirección de juego. Sin Jaszka, Biegler ha expermientado sin dar con la tecla (veremos cómo afecta la vuelta de Jurkiewicz). Durante los dos primeros partidos del Memorial Domingo Bárcenas fue Michal Jurecki el encargado de coger el centro del ataque polaco y las cosas no salieron muy bien. Con él en la dirección, Polonia no tenía movilidad y además se perdía un gran lateral izquierdo. En el último partido, con Piotr Maslowski en esta posición el ataque experimentó una notable mejoría, ya que el jugador del Azoty-Pulawi, sin ser un jugador del más alto nivel, dotó al ataque polaco de la movilidad y el rigor del que carecia con Jurecki.

Además, una gran arma del equipo de Biegler será la posición del pivote, pues tanto Bartosz Jurecki como Kamil Syprzak (está haciendo una grandísima temporada con el Wisla Plock) son dos pivotes con muchas facultades ofensivas, las cuáles podrán exprimir gracias a los brazos de los laterales polacos. El gran lanzamiento exterior provocará demasiadas salidas en las defensas rivales y tanto Bielecki como Jurecki, Jurkiewicz y Lijewski son jugadores capaces de concetar con la línea de seis metros con cierta facilidad.

Por último, Polonia también posee extremos de ciertas garantías. Tanto Adam Wisniewski como Michal Szyba (que hizo un muy buen Europeo) son dos hombres que sin llamar demasiado la atención son capaces de estar en porcentajes de acierto elevados.

En definitiva Polonia tiene mimbres para hacer un buen Mundial en Qatar pero necesita ajustar y resolver las deficiencias que se vieron en Oviedo si no quiere tener demasiados problemas en lo que sin duda es el grupo de la muerte.

Edu Agulló | @Eduagullo