A poco más de un año para los Juegos Olímpicos, sus Juegos Olímpicos, Brasil afronta el Mundial de Qatar con la mejor selección de su historia y con la firme intención de superar su actuación en el Mundial de España, cita en la que la selección de Jordi Ribera cayó en octavos de final, donde estuvo a punto de dar la sorpresa ante Rusia.
En los últimos años la llegada de más de una decena de jugadores a la Liga Asobal ha provocado que el balonmano brasileño haya dado un salto de calidad que le sitúa en disposición de dar la cara ante las mejores selecciones del mundo.
Encuadrada en el grupo A, el de España, Brasil peleará con Qatar y Eslovenia por un segundo puesto que permitirá tener un cruce algo más asequible en los octavos de final de un Mundial que será su prueba de fuego antes de los Juegos Olimpicos de Rio de Janeiro, cita en la que los propios jugadores brasileños no descartan la medalla.
La experiencia adquirida en grandes ligas europeas como la Asobal y la LNH hará que la Brasil que veamos en Qatar sea completamente distinta a la que hemos podido ver en citas anteriores, sobre todo antes de España 2013, cuando su mejor resultado eran el 15º puesto logrado en el 58 y el 16º de Egipto 1999.
Centrándonos en la plantilla de Jordi Ribera, Brasil no posee ninguna estrella que ya esté destacando claramente a nivel europeo, como puede ser Diego Simonet en la emergente Argentina, pero en todas y cada una de las posiciones posee jugadores de nivel capaces de tutear a las grandes estrellas europeas.
Empezando por la portería, en la que Bombom Almeida está capacitado para cuajar grandes actuaciones y alcanzar números muy elevados. Quizás no posee esa regularidad que caracteriza a los porteros ‘top’ pero tal y como ha demostrado en las filas del Guadalajara, Bombom Almeida (uno de los mejores porteros de la temporada 2013-2014) es un portero preparado para hacer un muy buen Mundial que lleve en volandas a una seleccion que en Qatar quiere hacer historia. El del Guadalajara estará acompañado en portería por Luiz Ricardo Nascimento. Sorprende la no convocatoria de Maik Santos (mejor portero del Panamericano 2014)
A nivel defensivo Brasil es una selección a la que le gusta hacer dudar a sus rivales, tal y como les ha inculcado Jordi Ribera, que en su segunda etapa a los mandos de la selección absoluta brasileña espera conseguir un gran resultado en la gran cita de este ciclo olímpico, Rio de Janeiro 2016. En concordancia a las ideas de Jordi, es habitual ver a Brasil defendiendo en 5:1, con un avanzado profundo que incomode el juego de la prímera línea rival o una defensa 6:0 con muchas salidas y muchas disuasiones que entorpezcan la fluidez del ataque contrario. En este 6:0 es habitual ver como defensores centrales a Guilherme Valadao, que en el Fraikin BM Granollers ya ha demostrado estar a un nivel muy alto, y Alex Pozzer.
Por su parte, en ataque, Brasil dispone de laterales con una alta capacidad finalizadora y extremos de calidad, pero gran parte del juego ofensivo pasa por las manos de un hombre que no está en Europa, Diogo Hubner (su sustituto, Joao Silva, jugador del Ademar León, es un jugador de similares caracterísitcas). El central del Taubaté es el jugador que dispone de la batuta de director en el ataque brasileño y su misión es facilitar la labor a jugadores como Valadao, Arthur Patrianova o Thiagus Petrus, hombres muy potentes que ya han demostrado en Europa su capacidad desequilibrante. Con estos hombres Brasil posee mucho lanzamiento exterior, pero con Guilherme Valado tiene algo más, pues el jugador del Granollers tiene un uno contra uno muy potente y cuando está inspirado es prácticamente imparable.
Si por un lado Brasil es todo potencia, por el otro las cosas cambian un poco pues tanto Fernando Pacheco, fue habitual en el lateral derecho durante el pasado Panamericano, es un jugador que estando por debajo del 1.90 no está exento de lanzamiento exterior. Eso sí, destaca por ser un jugador propenso a desarrollar su juego cerca de la defensa. Su compañero de puesto, Guilherme De Toledo es una de las grandes promesas del balonmano brasileño y en sus primeros meses fuera de Europa (en Granollers) ha demostrado que ya puede ser importante en partidos al más alto nivel.
Para terminar, en los extremos Brasil cuenta con dos jugadores de talento como son Felipe Borges, que ya ha demostrado su calidad en Europa, jugando en el Ademar León y en el Montpellier, y el joven Fabio Chiuffa, máximo goleador del Guadaljara. Ambos tienen mucha calidad de lanzamiento, sobre todo el primero y están preparados para asumir responsabilidades en un Mundial. De los otros dos extremos el que más minutos tendrá será el zurdo Lucas Cándido, que durante todo el Panamericano 2014 dejó patente su nivel y dio motivos a Jordi Ribera para confiar en él.
Edu Agulló | @Eduagullo