No era un partido fácil para ninguno de los intervinientes. Ni siquiera para los árbitros que tuvieron una actuación bastante por debajo de su nivel real.

Dos equipos encarando la lucha por una medalla con la decepción en el cuerpo y en la cabeza provocada por las dolorosas derrotas en semifinales (sobre todo la de España), con 8 durísimos partidos en sus espaldas y una hora de juego que no se le ocurre ni al que “asó la manteca”.

En estas circunstancias pedir un juego de excelencia no parece realista. Solo pelear hasta el último aliento y ganar.

El partido fue, igualado, tenso por momentos, con altibajos en el juego y alternativas en el marcador.

Ya no era momento de cambios y los 2 entrenadores se mantuvieron fieles a su estilo.

Ambos con igual sistema defensivo 6:0 pero con ejecución diferente.

Eslovenia, más cerrado y compacto, con muchos centímetros y kilos en la zona central, ayudas e intervenciones directas y contundentes que quizá debieran haber sido más veces sancionadas por los indolentes árbitros daneses.

España con su ya clásico 6:0 más abierto y profundo, en disuasión y presionando la línea de pase. Javi Rodríguez y S. Migallon de inicio y Serdio-Dani Dujshebaev en otros momentos del partido, tomaron el mando de la zona central defensiva.

Creo que salvo que aparezca un mirlo blanco o Jordi Ribera se lo saque de su prolífica “chistera”, estos 4 serán los encargados de proteger la zona central de nuestra defensa en los próximos años.

Cada partido con Eslovenia es un dolor de muelas para nuestros defensores. Excepto Mackovsek, lateral izquierdo de “los de antes” grande, con un sensacional lanzamiento de distancia, pero con poco juego entrelineas; los demás son auténticas “lagartijas” difíciles de descifrar por su explosividad y capacidad de penetración: Zarabec, Bombac, Janc y Dolenec ponen a prueba en cada ataque la calidad en 1×1 de nuestros defensores centrales.

Teniendo en cuenta la juventud de estos jugadores y a pesar de que España es uno de los equipos que más lanzamientos recibe, el sistema sigue transmitiendo buenas sensaciones que permiten ver con cierto optimismo el futuro. Bien es cierto que gran parte del éxito defensivo viene determinado por la, una vez más, espectacular actuación de nuestra portería. Gonzalo P. de Vargas antes de jugarse este partido figuraba como portero con mas paradas realizadas y un más que aceptable porcentaje de casi el 33%.

En cuanto al ataque, creo el partido de hoy fue fiel reflejo de lo que llevamos viendo a lo largo del campeonato. A pesar de que hemos ido creciendo en clara trayectoria ascendente, de menos a más, seguimos teniendo problemas en posicional: “centralizamos” en exceso el juego, ignoramos más tiempo del deseable a nuestros extremos y nos cuesta mucho conseguir gol.

Las finalizaciones son casi siempre en acciones individuales a la desesperada en las que el porcentaje de éxito se reduce notablemente.

En el partido de hoy si hemos conseguido mejorar los números de anteriores partidos (finalizamos con un 61% de lanzamiento, bastante mejor que el 46% del partido con Alemania) con buenos datos tambien en cuanto a pérdidas de balón que denotan una mejoría notable en el control del juego.

Buen segundo tiempo de Serdio que “enchufo” los 3 balones que le llegaron y bien también Sánchez Migallón en su poco habitual participación en ataque, hizo un 2/2 en los minutos en los que Jordi dio descanso a Dani F.

En definitiva, otro éxito importante más de Jordi Ribera y sus chicos que pone de manifiesto que el gen competitivo de este entrenador y sus jugadores, el “hambre” de victoria y su habilidad para gestionar situaciones límite está muy por encima de cualesquiera otros análisis que puedan hacerse.

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