Por segunda vez en la historia, la fase final del Campeonato Mundial de Balonmano la jugarán 32 selecciones, hito que ya ocurrió hace dos años en Egipto. En aquel torneo, el de la inauguración de este polémico formato, el Covid-19 fue protagonista, dejando a equipos fuera del torneo antes de llegar al país africano, caso de Estados Unidos, y eliminando a otros recién aterrizados, Cabo Verde se retiró jugando un solo partido.
Con este contexto, siendo rigurosos, hasta nos podríamos atrever a decir que estamos ante el primer Mundial de 32 selecciones, un torneo además de especial importancia, como ocurre en cada Campeonato del Mundo previo a unos Juegos Olímpicos. El campeón tendrá doble premio, el título en si mismo y el billete para Paris 2024. Además, los siguientes 6 equipos conseguirán su plaza para los torneos Preolímpicos, premio que no es ni mucho menos baladí.
Con todo, nos plantamos en este Mundial de Polonia y Suecia, en lo que será el quinto organizado por Suecia y el primero por Polonia. Con la peculiaridad de que Dinamarca puede convertirse en la primera selección de la historia que conquista tres títulos consecutivos. Y, barriendo para casa, con una España que llega en buen estado de forma, vigente subcampeona de Europa, y el carro de las grandes favoritas al título.
Como previa de este 28º Mundial haremos un repaso por cada uno de los 8 grupos que componen la primera repaso. También aprovechamos para recordar que de estos grupos, formados por 4 equipos, los tres primeros clasificados se clasifican para la Main Round, arrastrando los puntos conseguidos contra los equipos que les acompañan en esta segunda ronda. Tras esta Main Round, compuesta por 4 grupos de 6 equipos, los dos primeros de cada grupo accederán a los 1/4 de final, paso previo a la tan ansiada lucha por las medallas.
GRUPO A
España: La gran candidata a liderar el grupo. Si se impone la lógica los de Jordi Ribera deberían clasificarse para la Main Round con pleno de puntos, algo que les permitiría partir con ventaja en una segunda fase en la que probablemente se vean las caras con Francia, Eslovenia y Polonia.
El balonmano español ya acumula más de una década de éxitos, desde 2011 ha disputado las semifinales de todos los Europeos disputados (con dos títulos y dos subcampeonatos) y solo en 2017 (5º) y 2019 (7º) no entró en la lucha por las medallas del Mundial. Estos resultados son argumentos sólidos para confiar en unos #Hispanos que tienen dos palabras tatuadas en la frente, EQUIPO y COMPETITIVIDAD. El bloque que ha formado Jordi Ribera llama al optimismo, con una portería que no tiene comparación, un Álex Dujshebaev que desde hace unos años se ha convertido en al auténtico líder y, sobre todo, con un bloque en el que da lo mismo quién esté en la pista, el rendimiento de España está siempre garantizado.
MONTENEGRO: Una década después de su estreno mundialista, ésta será la segunda participación de Montenegro, que llega a la cita después de haber cuajado en 2022 su mejor Europeo, 11º en Hungría y Eslovaquia. El equipo de Zoran Roganović ha dado un paso adelante gracias al asentamiento en las grandes ligas de varios de sus jugadores, caso de Nebojša Simić, Branko Vujović o Miloš Vujović. Además también será un torneo para calibrar el crecimiento del joven Radojica Čepić, ahora en las filas del Wetzlar. Buena oportunidad para los balcánicos, que tras la experiencia del pasado Europeo intentarán estar en la Main Round con, al menos, dos puntos.
IRÁN: Envuelta en problemas de índole política este Mundial no llega en el mejor momento para el equipo de Veselin Vujović. De todos modos, en los partidos preparatorios han demostrado que siguen siendo una selección guerrera y combativa. No tiene la calidad de otras selecciones, aunque Pouya Norouzinejad en el centro es un jugador talentoso, pero tiene opciones reales de estar en la segunda ronda.
CHILE: La selección de Aitor Etxaburu quiere estar en la segunda fase y verdaderamente tiene argumentos para soñar con ello. Evidentemente muy lejos del nivel de España pero los hermanos Feuchtmann y los hermanos Salinas les ponen ese toque de calidad y de experiencia que les harán un equipo correoso a Irán y a Montenegro, equipos antes los que tienen opciones de puntuar, especialmente ante los primeros. Tanto los Feuchtmann como los Salinas ya están por encima de los 30 años, con lo cual podemos estar ante el último gran torneo de esta generación que ha puesto en el mapa al país sudamericano.
GRUPO B
FRANCIA: ‘Les Experts’ son siempre candidatos, los resultados están ahí. De hecho, en los últimos 4 años, en una época quizás no tan gloriosa, fueron campeones olímpicos en Tokio, bronce en el Mundial 2019 y 4º en el Europeo 2022 y Mundial 2021. Llegan con importantes bajas, las ausencias de Kyllian Villeminot, Karl Konan, Benoît Kounkoud o Hugo Descat le hacen daño. Los dos últimos habían sido protagonistas en el último torneo y Kyllian ya tenía este torneo como su primera gran aparición con la selección gala. La selección de Guillaume Gille sigue teniendo dudas en la portería, veremos si el joven Bolzinger alarga su buena temporada con la selección. Pero una selección que cuenta con nombres como Remili, Mem, Karabatic, Fabregas, Tournat, Nahi… siempre debe estar entre las candidatas.
POLONIA: Dejada atrás la última gran época de la selección polaca, después de transitar por el desierto (17º en el Mundial 2017 y no clasificado en 2019), Polonia ya cuenta con una nueva generación preparada para las grandes citas. Ni mucho menos está cerca de aquella selección exitosa pero los de Patryk Rombel tienen armas àra estar presente en las grandes citas. Torneo en su casa y tenían la intención de dar un paso más, en esta fase de crecimiento. Pero las buenas expectativas se han visto cortadas por la ausencia de Kamil Syprzak y las molestias físicas de Olejniczak. Veremos hasta donde las da.
ESLOVENIA: La siempre talentosa selección eslovena es una incógnita. El talento puro les ha llevado a las semifinales del Europeo 2020 y de los Mundiales 2013 y 2017, pero también les ha dejado fuera del Mundial 2019 y fuera de la segunda fase del último Europeo (acabaron en 16ª posición). Una selección con jugadores como Deam Bombac, Domen Makuc o Blaz Janc es obligatorio verla, pues si están en buen momento harán las delicias de los aficionados.
ARABIA SAUDÍ: Muy reducidas serán las opciones de pasar para el equipo del danés Jan Pytlick, que curiosamente tendrá jugando en este torneo a su hijo Simon. La selección árabe ha sido una asiuda a la President’s Cup en las últimas ediciones del torneo y todo apunta a que seguirá siendo así. En el Campeonato Asiático, disputado en su país en 2022, finalizaron en tercera posición por detrás de Bahrein y Catar.
GRUPO C
SUECIA: La vigente campeona de Europa (también actual subcampeona del mundial) está ante un reto mayúsculo, levantar el título mundial 24 años después de que lo hicieran los ‘Bengan Boys’ en 1999. Un equipo con poco o nada que envidiar al resto de grandes candidatas y un torneo en su casa, los ingredientes de la receta ya están sobre la mesa pero ahora les queda lo más difícil, elaborar el plato ganador. Bajo la dirección del noruego Glen Solberg (seleccionador desde 2020) desde el banquillo y de Jim Gottfridsson sobre la pista, Suecia tiene armado un equipo con todas las posiciones bien cubiertas y con varios jugadores llegando a la cita en un buen estado de forma. Favoritísimo para pasar la fase de grupos como líder con pleno de puntos.
BRASIL: La selección sudamericana ya se ha convertido en una de las clásicas de los Mundiales, 15 participaciones consecutivas y unos últimos años donde se ha asentado como una selección competitiva capaz de plantar cara a las grandes selecciones europeas. La lesión de Haniel Langaro les ha hecho mucho daño y les reduce opciones de igualar o superar su mejor resultado histórico, el noveno puesto del Mundial 2019. Si a los de Marcus Oliveira no les ocurre nada raro deberían acceder a la Main Round con 2 puntos y a partir de ahí soñar en una ronda principal que será muy dura.
CABO VERDE: Después del desafortunado Mundial 2021, del que tuvieron que retirarse por los numerosos casos de Covid-19, la selección africana llega a este torneo en su mejor momento. Subcampeones de África en 2022 y con numerosos jugadores asumiendo roles importantes en ligas como la ASOBAL y la Primera División Poruguesa. Su objetiva, sellar su clasificación ante Uruguay e intentar poner en aprietos a Brasil.
URUGUAY: Con el nuevo formato hay más cupos para continentes donde la IHF apuesta por su expansión y fruto de esta ampliación ha llegado Uruguay a este torneo. Debutó en 2021 y ahora el objetivo es seguir creciendo, conscientes de sus limitaciones. Muy difícil tendrá sumar en la primera ronda, igual que les ocurrió hace dos años (aunque acabó clasificándose gracias a la retirada de Cabo Verde), pero su objetivo estará en la President’s Cup donde intentarán ganar el primer partido mundialista de su historia.
GRUPO D
ISLANDIA: No es una de las grandes favoritas pero los ojos están puestos sobre la selección de Guðmundur Guðmundsson, que ya agradó en el pasado Europeo. Ahora, viendo su selección y cómo llegan sus jugadores más importantes se le espera un paso adelante y por qué no luchar por las medallas. Gisli Þorgeir Kristjánsson y Ómar Ingi Magnússon llegan en un estado de forma bárbaro, jugadores de clase mundial, como han demostrado en la Bundesliga y en Champions League con el SC Magdeburg. Además, en portería contarán con el jovencísimo Viktor Gísli Hallgrímsson, que si está recuperado de las molestias físicas es una garantía, tal y como está demostrando este año en el HBC Nantes. Y sumado a todo esto jugadores del más alto nivel en cada posición y, sobre todo, un Aron Palmarsson que ya no tendrá que llevar el peso del equipo. Una selección que pinta muy bien pero que tendrá que rendir a su máximo nivel desde el primer día.
PORTUGAL: Completamente asentada en la élite del balonmano mundial, la selección lusa se planta en este Mundial con la intención de dejar atrás las decepeciones actuaciones de los Juegos Olímpicos de Tokio y del Europeo 2022 (solo una victoria en los 8 partidos jugados en estos dos torneos). A lo que ya tenían en las últimas citas se le suman los hermanos Costa, que han irrumpido con fuerza en el balonmano luso y también europeo. El más pequeño, Kiko Costa, está asombrando sin haber llegado a la mayoría de edad y viéndolo jugar está claro que este Mundial no le va a quedar grande. La gran duda está en la portería, que tras la trágica pérdida de Alfredo Quintana no ha encontrado esa garantía que les permita rendir con regularidad.
HUNGRÍA: El séptimo puesto logrado en el Mundial 2021 les señaló como una candidata seria para el Europeo 2022, que se jugaría en su casa. Sin las exigencias de los grandes dominadores del balonmano mundial pero los ojos estaba puesta en una selección magiar que, a pesar de la juventud que destacab en determinados puestos, se le presumía experiencia por tener muchos jugadores habituados a destacar en la Champions League. Aquel Campeonato de Europa fue una decepción, acabando en 15º lugar, y ahora tendrá una oportunidad para resarcirse, sin presión pero con talento en su plantilla. Encuadrada en un grupo durísimo, Hungría tiene potencial para pasar como líder de grupo, pero también podría acabar accediendo a la siguiente ronda sin arrastrar puntos. Lo normal es que de este grupo acabe saliendo una cuartofinalista, con lo cual, los partidos de la fase de grupo entre Hungría, Islandia y Portugal van a ser a cara de perro.
COREA DEL SUR: Siempre es atractivo ver a Corea del Sur, en realidad siempre fue, porque los últimos años no han sido buenos para la selección asiática, que desde hace 10 años que no gana ningún Campeonato Asiático y que no consigue vencer a un equipo europeo desde el Mundial 2011. En un grupo tan duro será difícil que puedan sorprender pero su objetivo estaría cumplido si vuelven a ser una selección competitiva.
GRUPO E
ALEMANIA: La selección de la mejor liga del mundo no ha destacado por su regularidad en los últimos años. De hecho hasta podemos decir que ha estado transitando por un desierto, desierto en el que sí que es cierto que llegaron hasta los oasis del 2016 (oro en el Europeo y bronce en los Juegos) y del 2019 (semifinalistas del Mundial). Estos éxitos puntuales los intercalaron entre resultados decepcionantes (por ejemplo, 9º en el Mundial 2017 y Europeo 2018, 12º en el Mundial 2021 y 7º en el pasado Europeo). Bien es cierto que en el último Campeonato de Europa, donde no consiguió ser un equipo competitivo, la influencia del Covid-19 fue más que notoría. La ilusión para el conjunto germano, la irrupción de las nuevas generaciones, personificada en Juri Knorr y Julian Köster.
CATAR: Poco queda de la selección de Valero Rivera que en sus años glorioso consiguió ser campeona del mundo en su Mundial y, posteriormente, cuarto finalista de unos Juegos Olímpicos y del Mundial 2017. La ausencia de Frankis Marzo, máximo goleador del pasado mundial, será una gran losa para la selección asiática. Por suerte si que podrán contar con Rafael Capote, que ha sido duda hasta los últimos días. Probablemente se jugará la clasificación ante Argelia.
SERBIA: Otra de las selecciones dirigidas por un español, en este caso Toni Gerona. Al pasado Europeo llegó en el mejor momento de los últimos años, con un optimismo que se frenó de un plumazo, principalmente por el clima de inestabilidad que provocó el Covid durante la preparación. Ahora, la selección balcánica nuevamente llega a otra gran cita generando buenas expectativas. Son muchos los jugadores que llegan en un gran momento, quizás el caso más destacado es el del central Lazar Kukic. Argumentos para señalarlos como una de las grandes sorpresas del torneo existe y veremos si les da para plantarse nuevamente en unos cuartos de final (no queda en el Top8 desde el Mundial de Croacia 2009).
ARGELIA: El quinto puesto conseguido en el último Campeonato Africano y la lesión de última hora de Messaoud Berkous hacen de Argelia una selección que no llega en su mejor momento. Difícil tendrá igualar su mejor participación en un Mundial (13º en 2001). Su objetivo pasa por intentar acceder a la siguiente ronda, quizás eso ya sería un éxito para un selección que a pesar de sus bajas expectativas tiene jugadores realmente interesantes como Mustapha Hadj Sadok, Rahim Abdelkader y, sobre todo, Khalifa Ghedbane y Ayoub Abdi.
GRUPO F
NORUEGA: Asidua a la lucha por las medallas en el último lustro la selección liderada por Sander Sagosen tendrá nuevamente en este Mundial la oportunidad de volver a colgarse al cuello otra medalla mundialista (plata en 2017 y 2019). Quizás ya no es la selección tan solvente que fue hace unos años pero aún así mantiene el bloque e incluso ha sumado a la causa a jóvenes talentos como Tobias Grøndahl o Emil Imsgard. Quizás la gran duda está en el banquillo, donde se estrenará Jonas Wille, el que fue ayudante de Christian Berge entre 2021 y 2022.
MACEDONIA DEL NORTE: La larga y exitosa era de Kiril Lazarov ya ha llegado a su fin y ahora se abre una nueva etapa, precisamente con la leyenda macedonia a los mandos del banquillo (ya es seleccionador desde 2021 pero inicialmente continuó también siendo jugador del combinado nacional). Atrás quedaron aquellos años en los que Macedonia a punto estuvo de dar grandes sorpresas, recordamos algún torneo en el que la irrupción en unas semifinales no parecía una quimera pero aún así jugadores como Filip Taleski, Filip Kuzmanovski, Dejan Manaskov o Nikola Mitrevski le dan motivos para soñar con vencer a Argentina y Países Bajos para acceder a la Main Round con 2 puntos. Grupo exigente en el que tanto puede lograr lo anterior como verse abocado a la President’s Cup.
ARGENTINA: La selección sudamericana lleva años siendo uno de los grandes atractivos de los Mundiales. A pesar de haber sido incapaz de acceder a unos 1/4 de final, sonados fueron algunos resultados conseguidos en la última década, como las victorias ante Dinamarca o ante Croacia. A pesar de que la mejor época de los hermanos Simonet ya está en su ocaso aun queda luz para que los tres talentosos hermanos sigan dando alegrías a un país que llega a este Mundial en un clima de alegría y optimismo generado por el Mundial de Fútbol. Quizás no del nivel de los hermanos Simonet pero por suerte para la albiceleste se sigue generando talento y este torneo será una buena oportunidad para seguir calibrando el crecimiento de hombres como Fabrizio Casanova o Pedro Martínez.
PAÍSES BAJOS: Otra de las grandes irrupciones del balonmano europeo en los últimos años. De hecho será la primera vez que vemos a Países Bajos en un Mundial desde 1961. Es cierto que ha llegado bajo invitación, después de haber perdido la eliminatoria de clasificación ante Portugal, pero también es cierto que ha estado presente en los dos últimos europeos, consiguiendo un más que meritorio 10º lugar en el campeonato del pasado verano. El talento ofensivo de su primera línea, formada por Dani Baijens, Luc Steins y Kai Smits es su principal argumento. Bien es cierto que posee varios jugadores presentes en ligas importantes, principalmente en la Bundesliga, pero esa talentosa primera línea es la guía de una selección que ha tenido cambio en los banquillos, con la llegada de Steffan Olsson.
GRUPO G
CROACIA: La siempre competitiva selecci´ón croata. Esto es un comentario que podíamos decir año tras año y que seguro que se mantendrá en el futuro pero los últimos torneos nos han generado dudas. Si algo no ha sido en los dos últimos años es una selecci´ón competitiva. Se quedó fuera de los Juegos de Tokio, 15ª en el Mundial 2021 y 8º en el Europeo 2022. Ya inmersa en un relevo generacional ya tendrán que ir empezando a aparecer Ivan Martinovic, Dominik Kuzmanović, Josip Šarac o Zvonimir Srna. Y lo harán al lado de la veteranía de Duvnjak, Cindric o Karacic. En este proceso que han abierto, será una pena la baja de Jaganjac. No tendrán problema en clasificarse pero tendrán que remangarse desde el primer día para intentar conquistar el primer puesto, que le disputará a Egipto.
EGIPTO: Siempre es una buena noticia ver a selecciones no europeas colarse por méritos propios en la élite mundial. El trabajo de muchos años, que llevó a Egipto a conquistar incluso un Mundial Juvenil, ya ha empezado a dar sus frutos bajo la batuta de Roberto García Parrondo. En su Mundial, en 2021, tan solo una tanda de 7 metros le impidió apear en cuartos de final a Dinamarca, a la postre campeona, y en los Juegos Olímpicos de Tokio fue un partido igualadísimo ante España la que le privó de la medalla de bronce. En este torneo tendrá otra oportunidad de dar pasos adelante, aunque sí que es cierto que les ha debilitado mucho la lesión de Yahia Omar, lateral derecho del Veszprem, y también en este período les ha hecho daño la grave lesión de Ahmed Hessam, ya recuperado pero que aun no está al nivel previo a la lesión. De todos modos la campeona africana sigue generando talento y será una muy buena oportunidad de ver con galones a Hassan Kaddah y Mohab Abdelhak
MARRUECOS: Bronce en el Campeonato Africano 2022 llega a este torneo con el realista objetivo de meterse en la Main Round. Sorprende el descarte de Yassine Idrissi, ya que el portero marroquí, con una dilatada experiencia en el balonmano francés había sido su gran figura en el pasado Mundial. El primer partido será su gran final, ante Estados Unidos, en un partido que podría servir de billete a la segunda ronda, algo que les aseguraría estar entre las 24 mejores selecciones del torneo (17º en 1999 es su mejor resultado).
ESTADOS UNIDOS: Otra de las grandes damnificada por el Covid-19 en el último Mundial 2021. La selección americana, que no estaba presente en un Campeonato del Mundo desde 2001, tuvo que retirarse unos días antes del torneo por un brote de Covid-19. Dos años después se ha plantado en este Mundial por méritos propios y con una selección más asentada. La mayor parte de sus jugadores militan en ligas europeas, evidentemente no son grandes nombres, y el poco desarrollo de este deporte en Estados Unidos no les permite grandes alardes. De todos modos, nombres como Alex Chan, Aboubakar Fofana, Andrew Donlin y los hermanos Hueter le otorgan motivos para creer en una victoria ante Marruecos que les permita acceder a la siguiente ronda.
GRUPO H:
DINAMARCA: Sin discusión, la gran favorita para liderar este grupo y una de las grandes candidatas a levantar el título. De conseguir el título mundial Dinamarca se convertiría en la primera selección que gana tres campeonatos del mundo de manera consectutiva. Si uno ve los jugadores que se han quedado fuera (Green, Nilsen, Kirkeløkke, Mortensen, Arnoldsen…) uno se da cuenta de la cantidad de talento que tiene Nikolaj Jacobsen entre sus manos. Nombre por nombre, una de las grandes aspirantes, poco más que añadir.
BÉLGICA: Debut de la selección europea en un Mundial. Se jugará ante Túnez y Bahrein la clasificación para la Main Round. La selección de Yérime Sylla cuenta con varios jugadores en la Liqui Moly Starligue, siendo Jef Lettens, portero del Toulouse, y Arber Qerimi, central del HUBO Handball sus dos grandes referentes. Experiencia para disfrutar de un gran torneo con la posibilidad de ganar partidos. Veremos hasta donde es capa de llegar esta debutante.
TÚNEZ: El mal Mundial 2021 (25º) y sobre todo el pésimo Campeonato Africano (4º) han sido dos varapalos de una Túnez que en los últimos años había sido medianamente competitiva, con varias presencias en rondas avanzadas. Sus opciones pasan por el buen estado de forma de Mohamed Darmoul. Patrick Cazal ha tenido trabajo desde su llegada al banquillo y ahora, en este Mundial, toca demostrar con resultados. Su objetivo, plantarse en la Main Round y, a ser posible, con 2 puntos en el casillero.
BAHREIN: Cuarta participación consecutiva en un Mundial para la subcampeona de Asia. La selección de Aron Kristjánsson, a la que hemos podido ver en el Memorial Domingo Bárcenas, tiene como objetivo igualar su mejor participación (20º en 2019) y para ello será obligatorio estar en la segunda ronda.